Entre los restos identificados se encuentran fragmentos de Megatherium y Gliptodonte. Los fósiles fueron trasladados al Museo Almeida para su análisis y conservación.
Los fósiles hallados fueron clasificados como «rodados»; es decir, huesos que han sido arrastrados por el agua desde su lugar original, un proceso común en cursos fluviales como el arroyo Las Piedras, cuyas barrancas han sido erosionadas con el correr del tiempo.
Entre los restos fósiles identificados, se destaca un fragmento de húmero de Megatherium (un perezoso gigante), de entre 4 y 5 toneladas, y placas del caparazón de un Gliptodonte (pariente de las mulitas actuales), un animal enorme que alcanzaba los 4 metros de largo y superaba la tonelada de peso.
Este hallazgo se suma a otros descubrimientos en el mismo lugar, como restos de un mastodonte, de tamaño similar al de un elefante africano. Aunque no se ha podido determinar con exactitud la antigüedad de estos restos, los especialistas estiman que pertenecen al Pleistoceno tardío, de unos 10.000 años, la megafauna que dominaba el paisaje.
Los fósiles recuperados fueron trasladados al Museo Almeida, donde serán catalogados y declarados bajo la Ley Nacional 25.743 de Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico.

fuente sinmordaza